Bitcoin o Socialismo

Pocos pensaban que estas palabras de alguien que se hacía llamar Satoshi Nakamoto, compartidas en una lista de correo sobre criptografía, eran el germen del que considero el invento más relevante de lo que llevamos de siglo XXI y uno de los más disruptivos de la historia de la humanidad.

Quizás puedo sonar un poco exagerado pero, como verán a medida que vayan leyéndome por aquí, no pretendo tanto vaticinar lo que el futuro nos depara sino compartir con ustedes lo que siento sobre la oportunidad que se nos presenta a los amantes de la libertad de crear una sociedad donde la defensa de los derechos fundamentales pueda ejercerse sin violencia.

En mi opinión, creo que no vivíamos algo así desde la invención de internet.

Supongo que ya habrán adivinado de qué pie cojeo, pero les confieso que nunca antes había sentido ese poder que nos otorga a los individuos un arma tan eficiente y universal para defendernos de los atropellos constantes y crecientes de nuestros Estados elefantiásicos. Por fin tenemos la oportunidad real de separar al Estado del control y el monopolio del dinero tal y como apuntaban hace décadas algunos autores como Friedrich Hayek o Milton Friedman.

Los llamados ‘bitcoiners’ somos conscientes de la afrenta que esto supone ante un statu quo borracho de poder y control masivo en unas sociedades cada vez más digitalizadas. De haber una guerra entre el establishment y el individuo será épica, o así me gustaría imaginármela.

Agradezco sobremanera que este nuevo medio de comunicación me haya dado la oportunidad de acercar Bitcoin a sus lectores y les aviso de lo que podrán encontrar entre mis escritos.

No soy periodista, ni economista, ni profesor de ninguna clase y mucho menos experto de nada, así que no encontrarán aquí grandes lecciones sobre macroeconomía, teoría monetaria o revisiones a los autores que han hablado sobre el dinero a lo largo de la historia.

Existen grandes autores y académicos hablando de todo ello y yo ni puedo ni debo participar en esa liga. Tan sólo soy alguien que se topó con Bitcoin por casualidad en el año 2015 y que lo estuvo usando sin conocimiento de causa durante aproximadamente un año. No les voy a decir cuántos bitcoins pasaron por mis manos durante aquel año porque no procede, pero les aseguro que recuerdo aquel episodio como el error más relevante de mi vida.

Aprendí la lección, no saben cómo.