Homo Nesher Ramla es el nuevo homínido que cambia la evolución humana. Recientemente la Universidad de Tel Aviv (Israel) ha dado a conocer una nueva especie tras estudiar desde el 2010 un cráneo y una mandíbula que aparecieron en el yacimiento de Nesher Ramla (Israel). El hallazgo se produce tras poder confirmar que este homínido no pertenece a ninguna especie anteriormente encontrada.
A pesar de que comparte rasgos comunes con Neandertales y otras especies de homínidos ya extintos. Sin embargo, esta nueva especie no guarda ningún parentesco con nosotros, los Homo Sapiens Sapiens. En primer lugar, el Homo Nesher Ramla tendría una estructura ósea bastante diferente a la nuestra y unos dientes muchos más largos que los nuestros. Otro punto diferencial es la cronología, los expertos sitúan a este Homo desde el 400.000 hasta el 100.000, lo que supone que data de mucha mayor antigüedad que el Homo Sapiens que surge hace entorno 200.000 años.
La región en la que sitúan a esta especie es el creciente fértil lo que hoy sería Oriente Próximo. Esta ubicación espacio temporal hace que los expertos concluyan que si hubo contacto entre Homo Nesher Ramla y Homo Sapiens Sapiens.
Nexo entre oriente y occidente
Los científicos apuntan que los restos de Nesher Ramla forman parte de “una población madre”. Es decir, son el punto de unión entre los homínidos asiáticos como el Homo Erectus y los neandertales. Siendo el germen de ambas especies, ya que según apunta la cronología anteriormente citada, esta nueva especie seria anterior a la de los neandertales y del Homo Erectus.
Otro aspecto que señalan es la utilización de leña como combustible para cocinar y mantener el fuego para tener calor. Asimismo, se señala la capacidad de esta nueva especie para diseñar herramientas de piedras y huesos. Por lo tanto, se le confiere una capacidad craneal importante.
El descubrimiento de la nueva especie supone un punto de inflexión en la teoría evolutiva del ser humano que hasta hace poco conocíamos. La historia como vemos es una ciencia viva, a pesar de que hable del pasado. En particular, la prehistoria tiene un componente de continua actualización que hay que seguir con especial atención.