Desde que entró el gobierno PSOE y Podemos, el gobierno central ha cuestionado muchas veces la Constitución española, desafiando así a la máxima ley en España. Son innombrables todos los ataques y desafíos hechos a la Constitución desde la entrada de Sánchez a la Moncloa, así que me centraré en los más graves.
El primero, fue intentar cargarse la mínima separación de poderes que hay en España, con una ley que pretendía que por mayoría simple se pudiera renovar el CGPJ, cosa que encendió las alarmas en la oposición y en la Unión Europea, que estos últimos le dieron un toque de atención al gobierno progresista.
El segundo, es el que seguramente más bombo ha tenido hasta ahora, al salir la sentencia del Tribunal Constitucional pronunciandose en contra del Estado de Alarma, declarado inconstitucional tras el recurso presentado por el partido político Vox, ya que afirman que para coartar los derechos se debería haber declarado el Estado de Excepción. Esto significa, que todas las multas por saltarse el confinamiento, ir a otras comunidades autónomas, estar reunidas más de 4 personas... podrán ser recurridas.
"¿De qué sirve tener un Tribunal Constitucional si actúa tarde?"
La primera pregunta clave es, ¿de qué sirve tener un Tribunal Constitucional si actúa tarde? El TC debe ser mucho más rápido en decisiones TAN claves como esta, no puede ser que con cuestiones insignificantes sea rápido y con temas importantes no. Esto hace que pierda todo efecto y sus sentencias tengan 0 validez prácticamente o ni afecten.
Lo más grave de todo esto, es que actualmente numerosas comunidades autónomas han estado imponiendo toques de queda en sus respectivos territorios, avalados la mayoría por sus propios TSJ. Hoy por hoy, las comunidades autónomas que han decretado el toque de queda son las siguientes: Cataluña, la Comunidad Valenciana, Cantabria, Navarra, las Islas Canarias y Extremadura.
Los fallecimientos actualmente son mínimos, la entrada en las UCI también son bajas, las vacunas están actuando y son efectivas, los contagios son normales en los jóvenes, ya que son más propensos a salir, además de que la mayoría aún no tienen la pauta completa. Pero aún así, el fin no justifica los medios.
La segunda pregunta clave es, ¿de qué sirve tener una norma suprema, si esta no se cumple? En el momento en que la Constitución, como norma suprema no es respetada, se convierte en papel mojado y eso es lo peligroso. Muchos políticos, la mayoría de izquierdas, han dicho que fue necesario, que era lo que había que hacer, además de tener una masa de gente que también lo justifica por el mismo motivo, la mayoría con un peligroso síndrome de Estocolmo.
Justificar saltarse las leyes por un fin es una auténtica aberración que puede traer consecuencias tremendamente malas, porque el fin puede tener carácter político y lo tendrá si así les interesa, se ha abierto una puerta que puede que no se vuelva a cerrar.
Yo me quedo con la definición de gobierno recto de Platón, que es aquel que se basa, primeramente, en el cumplimiento y aceptación de las leyes, antes que buscar y sobreponer el “bien común” para la sociedad.