Tras el frenazo en el ritmo de vacunación del último mes será imposible alcanzar el 70% de inmunizados (33 millones de personas) con la dosis completa para mañana, como prometió el presidente del gobierno. A día de hoy, solo el 63,2% (29,7 millones de personas) de los españoles tiene la pauta completa, por lo que será imposible conseguir las cotas que marcó Sánchez.
El hito que marcó Pedro Sánchez en el mes de mayo no podrá, probablemente y siguiendo el ritmo de vacunación actual, alcanzarse hasta mediados del próximo mes de septiembre. En todo caso, aún nos encontramos muy lejos de la inmunidad de grupo que, con la variante Delta se ha situado en una cota de vacunación mucho más alta que la inicialmente prevista.
Pero España no es una excepción en cuanto al porcentaje de vacunados entre su población y nos situamos en el 15º lugar en el ámbito mundial en cuanto a personas que han recibido su dosis completa de vacunación. A la cabeza se encuentran solo países como Malta (78,43%), Singapur (73,09%), Baréin (72,27%) o Seychelles (70,22%) con tasas por encima del 70%.
Y es que en este momento estamos en la tercera y última etapa dentro de la Estrategia de vacunación, en la que las vacunas están altamente disponibles para toda la población a partir de 12 años. Aunque la vacuna no es obligatoria en nuestro país, su principal objetivo es prevenir la enfermedad y disminuir su gravedad y mortalidad.

Pese a todo, la Tasa de Incidencia ha bajado y se sitúa ahora por debajo de los 400 casos por primera vez desde que empezó la quinta ola.
¿Cómo funciona la vacuna?
Las vacunas hacen que el sistema inmunológico de una persona pueda reconocer y defenderse contra una determinada enfermedad. A día de hoy, a nivel mundial, se están desarrollando más de 200 candidatas a vacunas diferentes frente al COVID-19, utilizando distintas tecnologías.
Cuando se administra una vacuna, el organismo genera defensas conocidas como anticuerpos. Los anticuerpos reconocen las sustancias que no son propias del organismo (conocidas como antígenos), se unen a ellas y las neutralizan.
Las vacunas tradicionales se basan en administrar el virus debilitado o inactivado contra el que se quiere luchar. El objetivo es que nuestro organismo genere anticuerpos que lo bloqueen.
Las nuevas vacunas hacen que nuestras defensas actúen contra una proteína del virus llamada proteína S, clave para que este se una a la célula humana. La proteína S encaja en la enzima ACE2 de la célula humana como una ‘llave en una cerradura’, abriendo así una vía de entrada al virus que causa el COVID-19. Las vacunas desarrolladas son de tres tipos:
ARN MENSAJERO
- Compañías farmacéuticas: BioNTech/Pfizer, Moderna y CureVac
- Usos previos: Novedad
- ¿Qué se introduce en el organismo? Nanopartículas lipídicas que contienen ARNm. Este ARN mensajero incluye instrucciones para que nuestras propias células fabriquen proteínas S. Estas proteínas S son iguales a la del nuevo coronavirus.
- Nuestro sistema inmune reconoce que esta proteína no debería estar en nuestro cuerpo y produce anticuerpos y linfocitos T:
- Anticuerpos neutralizantes: se unen a las proteínas S (antígenos) del virus impidiéndole continuar su camino. El virus queda neutralizado.
- Linfocitos T: contribuyen a la memoria inmune. Si la persona vacunada se infecta más adelante, los linfocitos T de memoria reconocerán la proteína S del virus y lo destruirán.
VECTORES VIRALES
- Compañías farmacéuticas: AstraZeneca/Universidad de Oxford y JannsenJ&J
- Usos previos: Virus del Ébola y virus del Zika
- ¿Qué se introduce en el organismo? Virus diferente al coronavirus que contiene ADN modificado. Parte del ADN en el interior de este virus inofensivo se convertirá dentro de nuestra célula en muchas copias de ARN. El ARN contiene las instrucciones para que nuestras células fabriquen proteínas S. Estas proteínas S son iguales a la del nuevo coronavirus.
- Nuestro sistema inmune reconoce que esta proteína no debería estar en nuestro cuerpo y produce anticuerpos y linfocitos T:
- Anticuerpos neutralizantes: se unen a las proteínas S (antígenos) del virus impidiéndole continuar su camino. El virus queda neutralizado.
- Linfocitos T: contribuyen a la memoria inmune. Si la persona vacunada se infecta más adelante, los linfocitos T de memoria reconocerán la proteína S del virus y lo destruirán.
BASADAS EN PROTEÍNAS
- Compañías farmacéuticas: Sanofi/GSK y Novavax
- Usos previos: Hepatitis A, hepatitis B y gripe
- ¿Qué se introduce en el organismo? Fragmentos de proteína S y otros componentes del virus. Son pequeñas partes de esta proteína presente en el nuevo coronavirus. Estos fragmentos son de proteína S, propia del nuevo coronavirus.
- Nuestro sistema inmune reconoce que esta proteína no debería estar en nuestro cuerpo y produce anticuerpos y linfocitos T:
- - Anticuerpos neutralizantes: se unen a las proteínas S (antígenos) del virus impidiéndole continuar su camino. El virus queda neutralizado.
- - Linfocitos T: contribuyen a la memoria inmune. Si la persona vacunada se infecta más adelante, los linfocitos T de memoria reconocerán la proteína S del virus y lo destruirán.