Esta pregunta parece muy fácil de responder y casi todo el mundo es capaz de decir que la inflación es el aumento de precios. Lo que ya no es tan sencillo de discernir es su origen y sus efectos en la Economía de un país, porque si las condiciones económicas se deterioran siempre hay otros “culpables” más fáciles de vender como la crisis internacional, los fondos extranjeros o el precio de las materias primas, es decir, la culpa de que las cosas vayan mal, nunca recae sobre la inflación a los ojos del público, cuando en realidad suele ser la variable que avisa con mayor rapidez de la evolución futura del resto de datos.
Es preciso desarrollar el modelo económico de la productividad y el crecimiento económico por inversión empresarial que en lugar de restar valor, lo incrementa
Apelando a los conocimientos más generalizados sobre el mercado, es intuitivo para todos que los precios se fijan por el cruce de oferta y demanda, de tal modo que si la demanda aumenta, por el dinamismo del crecimiento económico, los precios tenderán a subir. Esta sería la inflación digamos espontánea, la propia de un sistema de libre mercado que los bancos centrales moderan mediante subidas controladas de tipos de interés.
El problema se complica cuando esta inflación no se produce por ese dinamismo del mercado sino inducida por los bancos centrales que invierten su función, arrastrados por la presión de los gobiernos que quieren elevar el gasto público para financiar sus desajustes estructurales, creando otros aún mayores. Esta inflación lo único que hace en realidad es disminuir el poder adquisitivo de los consumidores y generar una espiral de hiper inflación que termina por reducir a la nada el valor de la moneda en circulación. Así nos encontramos con que algunos gobiernos como España se enfrentan a un desequilibrio como el elevado nivel de desempleo.
De acuerdo con la ideología social comunista, hay que solucionar ese problema mediante un aumento del gasto público en sueldos, creando tantas plazas de funcionarios como parados haya. Con esto debe aumentar el consumo y dinamizarse la economía. Sin embargo ocurre en la realidad que una vez hecho eso, no se llega a una solución, al contrario, la situación económica empeora y el chivato es la inflación. Al aumentar el endeudamiento y los impuestos para pagar esos sueldos, se genera inflación por haber creado una demanda ficticia que no responde al crecimiento económico sino a la inyección de deuda. Si un particular gasta todo su dinero en pagar la hipoteca y pide un crédito al consumo, durante un plazo de tiempo consumirá más y los precios subirán, pero al final, aunque no tenga que pagar intereses, su poder adquisitivo se habrá reducido a la nada. Esta misma pérdida de valor por improductividad afecta a los países. La existencia de inflación sin aumento real de demanda, va minando el valor de la moneda y el poder adquisitivo de los sueldos y pensiones. Frente al sistema socialista de aumento inducido y nocivo de la inflación por expansión incontrolada del gasto estatal, es preciso desarrollar el modelo económico de la productividad y el crecimiento económico por inversión empresarial que en lugar de restar valor, lo incrementa.