La Maestranza reabre sin Puerta del Príncipe por los aceros

Los toros volvieron a la Maestranza cerca de dos años después. Un “no hay billetes” colgaba en la taquilla desde hacia días, pese a un aumento de aforo de última hora. La plaza de orillas del Guadalquivir acogía a casi 7.000 personas, que se daban cita para ver una terna digna para reabrir la Sevilla taurina: Morante, Roca Rey y Pablo Agudo.

Los diestros llegaron a la plaza por la calle Iris rodeados por una bulla que les esperaba ansiosa. A las 18:00 se volvía asomar el pañuelo blanco en el palco de la presidencia de la plaza, los clarines y timbales volvieron a sonar en la plaza 707 días después. Los aplausos resonaron con fuerza, la banda Maestro Tejera sonó de nuevo y los diestros se colocaron para el paseíllo. 

Antes de empezar a andar los diestros sonó el himno de España y cuando terminó el paseíllo se hizo el minuto de silencio, interrumpido por varios vivas a España. El minuto acabó, los aplausos brotaron y los diestros tuvieron que salir a saludar. Ahora ya si, siete minutos después salió el segundo pañuelo blanco y que mandaba abrir la puerta de chiqueros. 

Un Victorino del Río, negro mulato listón, de nombre Enojado, fue el primero en pisar el albero de la Maestranza. Morante de la Puebla no pude hacer nada con este toro que tenía movimiento hasta que entro en el peto. El tercio de banderillas fue complicado, Morante lo vio desde el burladero y con la muleta decidido abreviar.

Todo lo contrario, sucedió en el segundo de la tarde. Distante fue el más cercano y que más posibilidades dio. Roca Rey recibió por verónicas, entró al caballo con ganas y las banderillas fueron bien puestas. José Domínguez y Juan Carlos Tirado tuvieron que salir a saludar por sus pares. Ya con la muleta, el peruano templo al toro con dos series por la derecha bien rematas. Luego metió en cintura con dos tandas de naturales y remato la faena con dos estéticos ayudados. Un pinchazo le quitó una oreja, la segunda estocada fue efectiva y le valió una oreja.

Pablo Aguado llego a su primer toro tocado por un quite que tuvo que hacer en el tercio de varas del primero. Los toros que le tocaron al Sevillano no le dieron opción al triunfo. Además, los aceros no le ayudaron nada. Especialmente, en el segundo de su lote cuando la rodilla le dijo basta. Se tuvo que sentar y Morante se metió en el ruedo para descabellar, pero la vergüenza torera pudo al Sevillano. Se levanto, lo mato y se fue a enfermería. 

También, el descabello fue utilizado por Morante para matar a su segundo toro de la tarde. Un Victorino al que tuvo que cambiar de querencia para inventarle una faena del gusto sevillano, de arte. Molinetes, trincherillas, derechazos de mano baja, naturales, … el de la Puebla estaba inspirado, tanto es así que sonó un aviso porque el toro no caía.

El quinto de la tarde fue para Roca Rey del que solo hay que reseñar el quite por chicuelinas que le hizo Pablo Aguado, ajustas y con un movimiento perfecto. Roca le intento replicar por gaoneras, pero lo parado que se quedo el toro no hizo que trasmitieran igual. Varias series de naturales, una embestida larga y luego la lentitud del vitoriano hizo que se quedara entre pitones varias veces e incluso tocar la taleguilla con ellos. Media estocada y descabello fue lo que hacer Roca Rey para que cayera el toro.

La primera tarde de toros en La Real Maestranza de Caballería solo acabo con una oreja para Roca Rey, que podían haber sido tres si los aceros hubieran ayudado. Hubiera sido la Primera Puerta del Principie de la nueva normalidad, pero lo que se consiguió fue abrir todas las puertas de la maestranza para que entre el público.

Quedan tardes de gloria en la Maestranza. Una Feria de abril en San Miguel, unos carteles interesantes y algunos nombres que vienen a comerse Sevilla: Morante, Roca Rey o Juan Ortega. El torero de Triana toreaba al día siguiente y tendría un lanceo a la verónica en el que se pararon los relojes de Sevilla. Se alinearon los astros en la capital del Guadalquivir entre Ortega y la primera salida en andas, la de la Divina Pastora.