Los políticos electos, ejercen una función de representación, que necesariamente debe tener una proyección al exterior. En ejercicio de este mandato representativo la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha desplazado a Estados Unidos para dar a conocer una región tan pujante como desconocida en el mundo como es Madrid y junto con su Capital, toda España. Acabamos de sufrir una grave crisis con una espectacular caída del PIB español de casi el 11%, de la cual sólo nos hemos recuperado en parte. Más de 200.000 trabajadores siguen en ERTE y más de 100.000 autónomos continúan en situación de cese de actividad. Se necesitan medidas para reactivar la actividad económica y para eso es necesario potenciar dos factores fundamentales sin los cuales no puede haber una recuperación sostenible, que son la inversión y la productividad.
Hay que desterrar del imaginario común, esa fantasía monetarista según la cual la economía funciona en un circuito mágico basado en el consumo y por tanto, si se inyecta dinero en el sistema, se gasta más y esto hace crecer el PIB. Si eso fuese cierto, bastaría con tener en casa una impresora para hacer billetes. El fallo de esta teoría monetarista mil veces fracasada, es que la realidad nos demuestra que para gastar, primero hay que producir de forma rentable y para lograrlo tiene que haber inversión suficiente en los sectores punteros de la economía. Son los países con mayor nivel de inversión los que alcanzan cifras más altas de PIB. Analizando los datos que nos ofrece el Banco Mundial para 2020, en materia de PIB per cápita en términos de poder adquisitivo, Irlanda ocupa el puesto número 3, Dinamarca el 6, Alemania el 15, Italia el 29 y España, muy atrás está en el 35, el último de la Eurozona, con una persistente caída en los datos de inversión.
Hay que desterrar del imaginario común, esa fantasía monetarista según la cual la economía funciona en un circuito mágico basado en el consumo y por tanto, si se inyecta dinero en el sistema, se gasta más y esto hace crecer el PIB.
En estas condiciones, es lógico que la Presidenta de Madrid, haya realizado una peregrinación a la Meca de las finanzas en busca de inversores que garanticen la sostenibilidad del crecimiento económico. Recibiremos una parte de los fondos europeos de recuperación y la mejor forma de impedir que se derrochen en gasto inútil, es ofrecer proyectos de inversión que resulten atractivos a las empresas, sobre todo tecnológicas por su gran rentabilidad.
El motor de la recuperación económica no es el consumo, es la inversión y hoy día esta debe centrarse en la tecnología digital. Es necesario reconocer, que ante la evidente y constatable superioridad tecnológica de Estados Unidos, la respuesta inteligente no es cerrarle las puertas de forma que España "Envuelta en sus harapos desprecie cuanto ignora" como dijo Antonio Machado. La respuesta adecuada es salir al exterior y ofrecer condiciones atractivas a las empresas de alta tecnología para que vengan a establecerse en Madrid y en España, a generar nuevos empleos y situarnos en los primeros puestos de las estadísticas mundiales.