La vivienda es, junto con la alimentación y la ropa, una de las necesidades mas fundamentales que las personas tienen. Además es un derecho que se encuentra recogido la Constitución Española en su artículo 47 que dice textualmente lo siguiente: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos”. Aquí, como puede observarse, no se dice que la vivienda deba estar ubicada donde la persona quiera, solo que esta deba ser digna y adecuada.
En el presente texto, vamos a reflexionar un poco acerca de si la vivienda, el derecho y necesidad anteriormente mencionado es realmente un problema o es una exageración hecha con el fin que, generalmente, persigue el estado y es el de ser un ente cada día mas intervencionista en este caso haciendo uso de una necesidad vital.
El clamor social en este sentido es que el precio de la vivienda está demasiado alto. Generalmente se suele referir al precio de los alquileres. Cosa que en apariencia puede ser cierta. Sobre todo para los que viven o aspiran a vivir en las grandes urbes del estado español como pueden ser Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia, entre otras. Pero la realidad es que al final esos alquileres se pagan ya que si no compensaran, los futuros inquilinos no los pagarían y estos precios se verían obligados a bajar por la conocida ley de la Oferta y la Demanda.
Ahora bien, si suponemos que, en efecto, los precios son demasiado altos para poder pagarlos. Entendiendo como “poder pagarlos” al hecho de que no se nos vaya mas de un 50% del sueldo en el alquiler como según un informe del portal pisos.com dice que ocurre. Este portal asegura que en términos medios el 51,5% de los ingresos de los españoles se va en el alquiler. Tenemos que investigar las posibles causas que nos llevan a que exista tal percepción y mas entre la población mas joven que aspira a emanciparse. Las causas las vamos a catalogar en los siguientes grupos: Mercado, Económicas y Políticas. Que pasaremos a detallar a continuación.
Mercado: Realmente aquí hay poco que añadir. Como se ha comentado anteriormente, este problema se da en las grandes ciudades. Esto es así puesto que son grandes polos de atracción de empleo y de oportunidades. Siendo el empleo lo que más atrae, pero también el ocio, las instalaciones sanitarias, educativas y culturales. En resumen, todo esto hace aumentar la demanda de vivienda y mas en zonas céntricas, las que ha llamado nuestro intervencionista gobierno “Zonas Especialmente Tensionadas por los Precios”.
Económicas: Aquí es cuando la cosa se pone interesante y es donde el gobierno juega un especial papel. Los jóvenes, personas menores de 30 años, no pueden de ninguna manera acceder al alquiler dado que en según Eurostat el paro juvenil supera el 35%. Muchos jóvenes acceden a su primer puesto de trabajo en edades cercanas a los 30 años y lo hacen, dada su escasa experiencia, con sueldos muy bajos. Esto hace que tengan que esperar mucho tiempo y atesorar mucha experiencia laboral para poder optar a un alquiler razonable. Por tanto, para solucionar el problema del alquiler previamente hay que solucionar el problema del paro juvenil. Y ahí es donde el gobierno de España, nuevamente, yerra. La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) dificulta la entrada a los trabajadores mas nóveles, el aumento de las indemnizaciones por despido tampoco facilita este acceso. Las mejores medidas para facilitar el acceso a la vivienda es, en efecto, reducir impuestos y flexibilizar el mercado laboral. Repetimos, el empleo es la piedra angular de toda la política económica de un país. Dentro de este apartado también es importante reincidir en que es necesaria una bajada de impuestos que permita que el alquiler se pueda abaratar. Medidas como la ayuda de 250€ al alquiler no hacen mas que aumentar el precio de la mensualidad por el conocido efecto de la elasticidad de la demanda. Y son medidas que al heraldo público le cuestan demasiado. En este caso se irán mas de 200 millones de euros para esta ayuda.
Políticas: En este sentido hay mucho de lo que se puede analizar. Pero lo mas importante sería lo siguiente: la Ley del Suelo y la Legislación “antiokupación”. Está claro que con las actuales leyes del suelo se dificulta mucho la creación de vivienda nueva en nuestro país y mas en las zonas mas densamente pobladas. Recordemos que una forma de abaratar los alquileres y los precios de venta de pisos es aumentar la oferta. En este sentido quiero destacar una medida que propuso el Presidente del Partido Popular (PP), Pablo Casado. Éste propuso el pasado domingo en el cierre de la Convención del PP en Valencia que habría que liberalizar el suelo. Me parece que es una medida que puede ayudar a combatir este problema. Otro problema con el que se encuentran los arrendadores es el de la “Okupación”. A muchos les atrae la idea de poner sus propiedades en alquiler ya que es un dinero mas o menos fácil (no requiere mucho trabajo), pero el temor a impagos y a “Okupas” les echan para detrás. Recordemos lo tedioso que es el proceso de desahucio en caso de impago y aun mas en caso de “Okupación”. Por tanto, es urgente un cambio legislativo que proteja la propiedad privada y que agilice las expulsiones de morosos y sobre todo de “Okupas”. En este sentido, también acertó el Presidente Popular proponiendo una Ley “Antiokupas”. Por otro lado, la creación de vivienda pública accesible no es una mala idea, pero ha de restringirse a casos especialmente sensibles evitando abusos y masificaciones de vivienda publica.
A parte de lo ya mencionado en estos apartados, también hay muchos otros factores que podrían ayudar a mejorar el acceso a la vivienda como son la simplificación de tramites, deducciones fiscales por alquiler (tanto para el arrendador como para el arrendatario). En absoluto ayudan a resolver este problema y es mas lo agravan intentos de limitar el precio de los alquileres y las expropiaciones forzosas. Medias que han demostrado ser un autentico fracaso allá sonde se han aplicado como son los casos conocidos de Barcelona, París y Berlín.
En conclusión, este tema es un posible problema que tendría soluciones si hubiera voluntad inequívoca por parte del gobierno de atajarlo. Soluciones que pasan por generar mas estabilidad política, incentivos fiscales y protección a la propiedad privada.