Unas semanas intensas en las relaciones entre Génova y Sol han desembocado en una guerra abierta y sin discreción entre el equipo de Ayuso y el de Casado. La batalla por la batuta del PP madrileño ha llevado a ambas directivas a una lucha interna en la que se intentan no dar detalles y aparentar la máxima normalidad posible desde ambos equipos.
La dirección nacional acusa a la presidenta de Madrid de "deslealtad" a Pablo Casado y de "traspasar lineas rojas" tras las pretensiones de las últimas semanas por parte de Ayuso para presentarse a la dirección del PP en la comunidad. Algo que, según ella, es la mayor prueba de "normalidad" como ocurre "en el resto de las Comunidades Autónomas en las que gobierna el PP".
Todo ha saltado por los aires cuando el equipo de Pablo Casado ha apoyado al portavoz nacional y alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida, para llevar las riendas del PP en la Comunidad de Madrid. Almeida no lo ha descartado y ha afirmado que se pronunciará "cuando se convoque el Congreso".
Fuentes de Génova aseguran que quien dirige esta maniobra contra Ayuso es Teodoro García Egea al que desde Génova se la han "dado las riendas". Fue al secretario general del partido a quien Ayuso bloqueó la semana pasada en whatsApp ya que, según el equipo de la presidenta, García- Egea "no tenía potestad para comunicarse con la presidenta". Este mismo equipo consideran que la mano derecha de Casado no actúa como secretario general, sino como "juez y parte".
La tensión sube hasta niveles insostenibles cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid pide un adelanto del cónclave, una solicitud apoyada por su equipo. Algo que la dirección provisional del PP madrileño ha admitido que lo ha reclamado "un porcentaje importante" de populares. Por su parte, la estrategia de Génova es estirar lo máximo posible el chicle con la finalidad de que con el paso del tiempo Ayuso pierda popularidad y llegue debilitada a la votación. Sin embargo, García- Egea se ha comprometido a trasladar esta petición a la dirección nacional de los populares. Las esperanzas en el equipo de la primera planta de Génova son mínimas.
Los afines a la presidenta consideran que para cumplir con el estatuto del partido el Congreso se debería celebrar antes de Marzo, mientras que el equipo de Casado sostiene que será "en el primer semestre" del próximo año.
Una de las medidas que han tomado los populares para intentar reducir la tensión es la conocida como "tercera vía" en la que no sea ni Ayuso ni Almeida quien presida el partido en la Comunidad. El objetivo del PP es fijar a una tercera persona, algo con lo que Ayuso no se muestra satisfecha y ha reclamado "normalidad". Por su parte, Almeida ha sido más discreto afirmando que "las decisiones a tomar serán en el momento que correspondan, cuando se convoque el congreso". Ayuso quita importancia a los desencuentros afirmando: "El alcalde y yo somos un tándem, dos compañeros de partido que nos entendemos, que nos respaldamos y les aseguro que lo vamos a seguir haciendo".