Después de varias semanas de tensiones dentro del seno del Gobierno de coalición parece que las aguas han llegado a una relativa tranquilidad. El Gobierno no consigue determinar la semántica perfecta: Díaz se empeña en "derogar" la reforma laboral mientras que Sánchez y Calviño afirman que su intención es modificarla.
El Gobierno ha emitido un comunicado en el que afirman que "la temporalidad y la precariedad son, junto al desempleo, las principales anomalías del mercado laboral español" y que están "decididos a dejarlas atrás" y para ello utilizarán "herramientas equilibradas en la negociación colectiva y al mismo tiempo, establecer condiciones claras para la subcontratación".
Este enfrentamiento ha hecho que la Comisión Europea esté con el ojo puesto en nuestro país y no se haya negado a bloquear las ayudas de 140.000 millones previstas en los fondos 'Next Generation EU' con el que se pretende paliar la situación provocada por la pandemia de coronavirus. Uno de los compromisos de nuestro país en cuanto a los empleos son: disminuir la temporalidad en los contratos, corregir la dualidad del mercado, modernizar la negociación colectiva, reducir el desempleo, sobre todo entre los jóvenes, y dotar de flexiseguridad laboral.
La reacción de la Unión Europea se debe a que Sánchez se comprometió a la "modernización de la negociación colectiva" entre los que se incluyen "aspectos tales como la ultra-actividad de convenios, la relación entre convenios sectoriales y de empresa, y los mecanismos de consulta y negociación en los supuestos de modificación sustancial de las condiciones de trabajo" sin olvidar que "la modernización de la negociación colectiva deberá incorporar cambios en la propia estructura de negociación, reforzando la representatividad de las partes negociadoras".
En una entrevista publicada en El País el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, afirmó que las reformas deben cumplir con lo pactado en Bruselas. Las condiciones a la aprobación del plan enviado desde España a Bruselas debían ser "la modernización de la negociación colectiva y que la reorganización de los contratos se haga logrando un equilibrio entre la seguridad y el dinamismo económico".
Será cuando el Gobierno anuncie las medidas que pretende realizar cuando Bruselas analice si cree que es el mejor método para llegar a las promesas que ha realizado nuestro país para conseguir el dinero de los fondos. La comisión deberá dar por mayoría el aprobado a nuestro plan. Por este motivo se ponen los ojos en los países mas reticentes entre los que están Países Bajos, Austria, Suecia, Dinamarca y Finlandia. Son estos países los que consideran que nuestras reformas pueden afectar de una manera negativa al empresariado. En el caso de que estos países voten negativamente podrían paralizar la entrega de los 140.000 millones.
"Señor ausente presidente del Gobierno, ¿por qué no publican el acuerdo del Gobierno de España con la Comisión Europea para saber la condicionalidad de la recepción de fondos? Si no lo hacen público esta semana, iremos al Parlamento europeo y a la Comisión Europea a exigir que se publique y lo haremos público para todos los españoles", ha afirmado el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, a Pedro Sánchez. El popular ha recordado a Sánchez que "ya está bien de mentir" y que irá a Bruselas.